Izel Gómez Calderón, el niño prodigio del piano

Izel Gómez Calderón toca el piano en la Viva Brevard Gala 2018 celebrada el 6 de octubre. Fue la sensación del evento en el restaurante Red Ginger.

Por Jesika Millano
AL DIA TODAY

MELBOURNE — El piano le hace parecer todavía más pequeño sobre el escenario. Se sienta sobre el banco y sus piernas no tocan el suelo, pero sus manos son lo suficientemente ágiles para alcanzar con rapidez todas las teclas que exige la pieza que toca. Se llama Izel Gómez Calderón, tiene seis años y es todo un prodigio al piano.

Y es que en su corta edad, este instrumento ha sido parte de su vida, gracias al amor por la música que le han inculcado sus padres Melisa Calderón, una educadora musical, y maestra de Piano y Pedagoga, nacida en el sur de Argentina, y William Gómez, nacido en El Salvador y pianista de profesión, quien también toca saxofón, guitarra, trompeta y se inició en música popular antes de dedicarse al piano clásico.

Melisa Calderón acompaña a su hijo en prodigio Izel Gómez Calderón, a quien desde que estaba en su vientre le cantaba, le leía poesías, le contaba cuentos infantiles, y escuchaba música clásica para que su hijo antes de nacer escuchara también.

El pequeño, nacido en Costa Rica, tenía tan solo siete meses de edad cuando comenzó a asistir a clases de Estimulación Musical Temprana donde participaba con su mamá y otros bebés acompañados de sus madres.

“Desde el vientre le canté, le leí poesía, cuentos infantiles, y escuchaba música clásica. A las 16 semanas de gestación el feto ya escuchaba lo que pasaba a su alrededor, y reconocía la voz de su mamá y de quienes le frecuentan”, contó Melisa Calderón, madre de Izel.

Con dos años de edad, podía sacar melodías en el piano que eran parte de su vida cotidiana: ‘Cumpleaños feliz’, ‘Los pollitos dicen’, ‘Estrellita’, entre otras.

Su estimulación auditiva ya estaba dando frutos, sus dedos le respondían y su motivación era ilimitada. A esta edad, al estar recibiendo clases de violín y cello bajo la metodología japonesa de Shiniki Suzuki, que se basa en la educación auditiva principalmente, exploraba las piezas que estaba aprendiendo en
cuatro instrumentos: violín, cello, piano y con el canto.

Y a sus tres años, cuando escuchaba un estudiante de piano en la Escuela de Música que tenían sus padres, y le gustaba lo que estaba tocando, iba a otro piano, y podía sacar por oído la pieza en cuestión de minutos.

Cuando su pasión por la música fue evidente, comenzó a recibir clases formales de piano a sus cuatro años con su mentora M.M. Ludmila Melzer.

Hace 9 meses llegó a Estados Unidos junto a su madre quien está estu-diando una Maestría en Administración de Negocios, y recibe formación académica bajo el programa de Homeschooling, formación que su progenitora, junto con su tía, imparten.

“Todas las materias son en Inglés. Izel aceptó naturalmente y aprendió a leer y escribir a los cuatro años, ama aprender y es un niño bien curioso. En las mañanas estudia materias académicas, lue-
go juega aproximadamen-te una hora con sus primos. Después de almorzar, estudia piano una hora, donde se cubre el repertorio que está aprendiendo”, contó.

Durante su carrera, Izel ha recibido clases maestras con la violinista Nicolette Solomon en el 2016, y con la cellista Barbara Balatero en el Festival del Método Suzuki en Costa Rica y la violi-nista Maya Kilburn en la Escuela de Música de la Universidad Nacional en el 2017.

Además ha sido me-recedor de varios reconocimientos. En noviembre del 2016 ganó el concurso para el Concierto de Gala en Cello y se presentó en el Auditorio Clorito Picado de la Universidad Nacional en Costa Rica como solista. Además, en esa misma fecha, con cuatro años de edad, obtuvo un reconocimiento por ser el participante más joven del II Concurso Internacional y Festival de Música Contemporánea “La Música del Siglo”.

En el 2017, ganó el primer lugar en el International Music Competition Belgrade en Serbia,  y en febrero del 2018 Izel participó en el American Fine Arts Festival Concerto Competition (AFAF) y ganó el segundo lugar siendo el participante más joven de su categoría.

Esto le brindó la oportunidad de ir a presentarse a Rusia, pero tras ofrecer varios recitales en Costa Rica para recaudar fondos y poder cubrir los costos para el viaje, sus padres no lograron reunir el monto requerido.

Su más reciente presentación fue en el prestigioso Weill Hall del Carnegie Hall en New York como premio por haber ganado el Concurso Internacional AFAF.

Izel es el primer costarricense en participar y ganar un concurso internacional de música. Con tan sólo 5 años ha empezado a cosechar frutos de su talento natural. Asi mismo, es el primer estudiante del Instituto Superior de Artes (ISA), institución de renombre internacional que trabaja de la mano con la Universidad Nacional (UNA), en ganar un concurso internacional con tan corta edad.

Uno de los sueños de este pequeño, además de tocar piano más rápido que su papá y que los pianistas que ha escuchado tocar con virtuosismo, es aprender a escribir su propia música como Mozart.

“También quiere aprender a hablar chino, incluso me ha dicho reiteradas veces que él hubiera preferido que yo le hablara chino cuando estaba en el vientre, y así él ya lo hablaría. Siempre le digo que él puede ser lo que quiera ser, sólo debe estudiar y esforzarse para lograrlo”, contó su mamá Melisa Calderón.

Actualmente Izel es-
tá buscando patrocinadores para poder participar de concursos a nivel estatal, nacional e internacional. “Aquí en Estados Unidos hay excelentes profesores de piano, clases maestras por recibir, campamentos a los que asistir, hay mucho por hacer. Para él, tener una presentación es un regalo, lo disfruta mucho, disfruta de la oportunidad de compartir su música con otros, le llena de ilusión”, añadió Calderón.

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